Hace más o menos dos años que no iba a la playa y definitivamente fue todo un gusto volver.
Ayer, aprovechando que no tenía clases y también los últimos días de sol, estuve en un pueblito cerca a Barcelona llamado Badalona. Es relativamente fácil llegar en tren, porque va por toda la línea de la costa (mi viaje soñado) y no tomó mucho tiempo (40 minutos, aproximadamente). El pueblo en sí no es muy lejos de Barcelona, tampoco es muy grande ni tiene nada especial... excepto las playas. Creo que en Colombia sólo he visto ese paisaje en las Islas de Rosario: agua cristalina y profunda, mar y cielo azul y sol tibiecito.
Las grandes novedades (y diferencias) que encontré fueron la arena de la playa, que es muy gruesa: parecen piedritas pequeñas. En parte era agradable sentir ese masaje en los pies y es una arena que se quita inmediatamente son sólo pasar la mano por la piel, pero se siente extraño pisarla.
También me dí cuenta que aquí las playas son inclinadas, es decir, no son planas como allá, que el suelo es firme y te sostiene. Aquí las playas parecen un montículo de arena recogida, donde pisas y te hundes y tienes que caminar de lado. También la orilla es profunda (aunque no tanto) y los pececitos llegan hasta ahí.
Otra cosa que me sorprendió bastante fue ver que las mujeres prefieren tomar el sol topless... y bueno, no sería tan impactante saber que son mujeres jóvenes que viven su vida... sino el hecho que las mujeres mayores (cuyos encantos ya no están donde antes estuvieron) quienes lo hacen también.
Pensé que por ser Colombiana (esto allá no se ve) era la única que nunca había visto eso, pero la chica de Brasil que iba con nosotros tampoco lo había visto (dice que sólo en carnaval.. y eso...) y la chica Rusa menos! Entonces al parecer es costumbre de la costa española ir topless, así no sea playa nudista.
Apartando esos hechos curiosos, fue un día de playa espectacular. También lo fue porque encontramos una cafetería donde nos sirvieron un sólo plato de comida (aquí sirven entrada, primer plato, segundo plato y postre o café, pero el primer y segundo plato son suficientes para quedar llena) y una comida deliciosa por demás. El día estuvo azul y el agua fresca, como bien dijimos: encontramos nuestro paraíso mediterráneo (cuando dije esto en mi casa, se rieron y me dijeron "se nota que te falta viajar por España" entonces espero más sorpresas de éste país).
Aquí dejo algunas fotos de éste maravilloso lugar.