La tierra de los San Fermines, de los encierros y de la juerga. O por lo menos eso dicen porque estuve ahí en octubre cuando no pasa nada. Sin embargo, Pamplona es una ciudad muy hermosa, pequeña y llena de mucha historia.
Ya conté que tengo asesor de tesis, es uno de los profesores de la Universidad de Wolverhampton, donde iré el próximo año a estudiar. La idea era que yo viajara a Inglaterra para poder conocerlo, pero aprovechando que él tenía que dar una charla en Pamplona (y pensando que igual tengo que ir en enero a Inglaterra y mi tema de tesis tengo que presentarlo ahora en noviembre), quedamos mejor de vernos allí.
El viaje lo hice en tren (que es mucho más barato que un avión, pero como todo iba pago por la universidad, yo tampoco tenía mucho de dónde elegir) y debo decir que es el mejor viaje que he hecho. Son cuatro horas desde Barcelona hasta el centro de Pamplona, y el paisaje es tan cambiante y tan hermoso que es difícil explicarlo con palabras. Pasé cerca a los pirineos, que ya de por sí son toda una atracción turística y por un parque eólico que me hizo pensar en el Quijote, hasta que recordé que eso pasó en la Mancha y no en Navarra jeje.
El hotel donde me alojé también era precioso, y la vista era impresionante. Daba a todo el Parque de la Taconera, una especie de reserva natural de Pamplona. Tuve las reuniones con mi asesor, con quien organizamos el tema de la tesis y quien ya me agendó varias otras reuniones. Luego tuve unas cuantas horas que dediqué a recorrer Pamplona. Así, con mapa en mano (y esto ya es todo un progreso porque yo me pierdo dándole la vuelta a mi casa) me dispuse a caminar por Pamplona.
El clima no colaboró mucho, porque llovió bastante, pero iba bien abrigada y con buenas botas, entonces pude caminar bajo la lluvia sin problema. Luego hubo una tregua y hasta salió el sol, aunque el aire siguió frío.
Esta primera caminata fue excelente porque recorrí todo el casco antiguo. Como mi mampa traía una pequeña guía de los lugares, fui leyendo la historia de algunos. Estos fueron los que más me gustaron.
Parque de la Taconera:
Una de las entradas al casco antiguo, por la muralla:
La calle donde empiezan los encierros de San Fermín:
La plaza del ayuntamiento (la alcaldía):
Otra plaza cuyo nombre no recuerdo:
La plaza de toros donde acaba el encierro de San Fermín:
Vista desde la muralla:
Baluarte del Parque de la Taconera (un mini zoológico):
El monumento al encierro (con el cual no estoy de acuerdo por ser maltrato animal, pero vaya uno a cambiar tradiciones de tantos años)
Me sorprendió ver que hay muchos (y muchos son muchos) colombianos allí, los distinguí en la calle, en el hotel, en los restaurantes, casi me llegué a sentir en casa (obviamente sin el frío polar).
Es una ciudad hermosa que ciertamente volveré a visitar y que recomiendo totalmente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario