El fin de semana estuve en un pueblito precioso llamado Sitges. Queda a más o menos media hora de Barcelona y es un pueblito costero. Este pueblo se caracteriza por tener una arquitectura que recuerda a las casas de los españoles en Cuba, y es que cuenta la historia que cuando Fidel se montó al trono y expatrió a todos los extranjeros, muchos españoles tuvieron que salir. Pero con la nostalgia de lo que dejaron atrás, reconstruyeron sus casas al lado del mar, por eso este pueblo conserva la vista al mar y la arquitectura que tenían allá. Como yo nunca he estado en Cuba, y las únicas fotos que he visto son las de los hoteles y de la parte pobre, entonces no sabría decir qué tanto se parecen, pero puedo asegurar que es un lugar encantador.
Sitges también tiene otra peculiaridad, que ya me habían contado hace mucho tiempo: es un pueblo de homosexuales. Bueno, no todos, pero en su gran mayoría sí. Es el pueblo más cosmopólita de España, de hecho, su carnaval es, después del de Tenerife, uno de los más populares en Catalunya.
A no ser que sea muy evidente, la verdad yo soy más bien mala para distinguir a los homosexuales. A las lesbianas no las diferencio hasta que no es muy evidente y a los gays... tienen que ser muy explícitos para que yo pueda tener una idea, pero en realidad es muy difícil para mí detectarlos tan rápido como lo hace la mayoría de gente. Y, aunque ya sabía para donde iba en este pueblo, la verdad es que si no me lo dicen, jamás lo habría adivinado. La gente actúa tan naturalmente como en cualquier otro lado (lo digo porque también me estaba imaginando un poco algo así como "La jaula de las locas") y sólo de algunos me percaté que eran homosexuales porque iban (bastante) alborotados.
Me gustó este pueblo por su arquitectura, por lo relajado de su gente y, obviamente, por las playas. De por sí a mi me encanta la playa, aquí mucho más. No sé si es el hecho de tenerla cerca y, más importante, poder usarla ya, pero cada vez que puedo, me escapo al mar a gozar de un poco de sol, de playa y de mar.
Luego del paseo, que duró hasta la noche, regresamos al pueblo y terminamos la noche con una buena sidra irlandesa en el bar irlandés (jeje). Sobra decir que dormí como bebe.
Antes de salir, busqué qué había de bueno para hacer en Barcelona y entré en la primera página web que encontré. Ahí encontré un aviso del museo de cera y recordé que en Barcelona hay y que yo nunca había estado en uno. Además, con mi carnet de estudiante me hacía un súper descuento, así que agarré mi cámara y llegué al museo.
No sabía que me iba a encontrar (aparte de las figuras de cera) y debo decir que me sorprendió mucho lo bien organizado que está. Cada sala está ambientada según los personajes que muestra y hasta poseen efectos de luces y sonido para aumentar la experiencia. Entré a la sala de los personajes históricos donde vi las reproducciones de Napoléon, Enrique VIII, Ana Bolena, Fidel Castro, El Che, Hitler... luego pasé a la sala de los escritores donde había una bella puesta en escena del Quijote con Sancho Panza y Dulcinea, y a un lado estaban Shakespeare y Cervantes. Luego seguía la sala de los pintores con varias personalidades del mundo del pincel.
Más adelante estaba la sala de los cineastas y los actores, en forma de cubierta inferior de un barco. Ahí estaban Spilber, Indiana Jones (tan delgado que parecía que estuviera convalesciente), Julia Roberts y Richard Gere. Más adelante venían estrellas de la música y de la historia española, dentro de quienes más o menos reconocí a Sabina (o Serrat... no sé jeje) un torero famoso y creo que una bailarina de flamenco cuyo nombre no recuerdo.
Más adelante venían personajes históricos, reyes y santos, conquistadores y conquistados. Colón, Atahualpa, Jaume I, Cortez. Luego venía la sala de los científicos, Humboldt, Einstein, Marco Polo (bueno, no sé si era propiamente científico, pero ahí estaba).
Luego salas decoradas en forma de submarinos, cohetes, naves espaciales con el elenco de Star Wars, cuevas con cavernícolas, barcos piratas y por último la sala del terror, con algunos personajes de las películas y libros de terror más famosos.
si, es super chevere ir a un museo de cera, hay unos que parecen tan reales que asustan jaja, ya tendrás oportunidad de ir al Madame tussaud de Londrés :)
ResponderBorrar