Hay ciertos comportamientos que no acabo de entender y entre ellos, la violencia física contra cualquier persona (a no ser que sea en defensa propia) es uno de ellos.
Cuando conocí a Mary, mi compañera de apartamento, parecía una muchacha centrada y responsable. Estudiante de leyes, trabajadora y educada. Me contó que era nigeriana pero llevaba cinco o seis años viviendo en una ciudad de Inglaterra que queda como a dos horas de aquí, que allí tenía un novio que amaba con pasión y locura y que se casaría con él. El muchacho vino alguna vez, muy amable cenamos todos juntos, una velada agradable.
Con ella siempre me la he llevado bien, a ambas nos gusta cocinar y preparamos platos propios de nuestros países y compartimos comida. Ambas somos ordenadas y nos gusta tener las áreas comunes limpias y como coincidíamos algunas veces en la hora del almuerzo o de la comida, pues nos sentábamos a hablar bastante rato.
En una de esas tertulias fue cuando me enteré que aparte del novio oficial, también había otro chico en nigeria a quien ella se refería como "su novio de nigeria" y que también tenía otro chico cerca a la ciudad donde ella vivía con su "novio" oficial (también era difícil seguirle el paso a tanto novio porque no sabía si se refería a boyfriend o boy friend).
Algún día, en una cena que tuvo con sus amigos, me presentó a varios (cuyos nombres y caras no asocio porque para un encuentro de menos de cinco minutos, en mi memoria eran todos iguales) y luego de esa cena me dijo que había uno que le había hablado toda la noche y la estaba cortejando y a ella no le disgustaba. Yo le pregunté por su novio y me dijo que ella a su novio lo amaba, pero que este chico era interesante y no había nada de malo en ser amigos.
Algún día después vino ese mismo chico a la casa (- Kate ¿recuerdas a Ismail?... los segundos más torturantes para mí porque no sabía si era el novio o era alguien nuevo) y desde entonces Ismail empezó a frecuentar su vida.
Mary me contaba que él era un chico de buena familia de Nigeria (es decir, podrido en plata) que estaba estudiando un máster en la universidad a la que todos vamos, que era tierno, agradable, caballeroso, le compraba muchos regalos y le decía que la quería y que se estaba enamorando de ella. Ella por su parte, no estaba segura de qué hacer, porque ella tenía su novio, pero quería también a Ismail. Decidió decirle a Ismail que como ambos estaban aquí, ella estaría con él, pero ella no dejaría a su novio. El aceptó, porque prefería tenerla a medias a no tenerla en absoluto.
Fue así como pasaron a ser pareja pública, se presentaban como novio/novia, salían juntos, iban a la iglesia juntos, ella cocinaba para él, él le compraba regalos. Incluso ella hablaba con su novio por teléfono y él lo aceptaba sin problemas. O eso parecía...
Un día ella llega enojada porque Ismail estaba actuando extraño cuando ella hablaba con su novio (-El sabe que tengo novio y no es que le esté ocultando nada...) y que había llegado hasta el punto de pedirle que dejara a su otro novio porque él (Ismail) se quería casar con ella. Yo, con mi cara de inocente pregunté: ¿y tú a cuál de los dos quieres? Mary responde: a mi novio lo quiero, aunque se ha estado enojando porque siente que nos estamos distanciando, pero creo que me estoy enamorando de Ismail también. Es tan dulce y me llena de regalos. Además, siempre está ahí para mi, me protege y me hace sentir bien. Pero no quiero dejar a mi novio sin saber si Ismail me puede ofrecer una seguridad en la relación.
El tiempo pasó y la relación se fue afianzando y nos acostumbramos a tener a Ismail en la casa. Siempre entraba con ella, venían de compras o de la universidad Ella cocinaba para ambos y él pasaba las noches en el cuarto de ella. Me sorprendía que él actuaba como dueño y señor de ella, y ella iba obedientemente detrás de él, pero bueno, en las relaciones se ve de todo.
Algún día pregunté por el otro novio, Mary me contó que ya no estaban juntos, que ya era sólo de Ismail (-La prueba máxima de mi amor, renuncié al otro para estar contigo...), le dije que me alegraba porque parecía un buen muchacho. Sin embargo, caras vemos...
Ella cortó relaciones con sus amigos hombres porque a Ismail no le gustaba que ella anduviera con los otros chicos: -Eres muy bella y todos quieren apartarte de mi lado, sabes que yo te amo y ellos no pueden dañar nuestra relación... era lo que le decía Ismail a Mary.
Algún día Mary llegó llorando porque estaba almorzando con un estudiante de doctorado nigeriano, amigo suyo, e Ismail llegó al restaurante y le gritó al otro muchacho que ella era su novia, que respetara, trató de besarla a la fuerza. Ella avergonzada se fue de ahí. Esa misma noche los escuché discutir, luego el volvió pidiéndole perdón. A la mañana siguiente estaban ambos juntos, desayunando, felices.
Así pasaron los días, discutían en la noche, pero se contentaban a la mañana siguiente. Ella me contaba que ella lo quería pero que a veces él era desconsiderado, ella llegaba de trabajar un turno completo de doce horas y tenía que cocinar para él, lavar para él, planchar para él y, encima de todo, tenía que complacerlo en el dormitorio.
Yo, gracias a los consejos maternos, me mordía la lengua para no salir con una de mis muy conocidas impertinencias. Ella seguía quejándose de que él la estaba sofocando, que ella prácticamente lo estaba manteniendo, que él era un desgraciado, que ella no lo necesitaba, que le miraba el celular buscando las conversaciones que ella tenía, que la celaba con todos.... pero como ella había dado mucho en esa relación ella lo iba a cambiar, porque después de todo él la amaba: - Sino, mira todos estos hermosos regalos que me da.
Los problemas fueron en aumento, pero como esos rollos ya me los conozco, yo sólo me quedaba callada y la escuchaba. Sin embargo, este fin de semana escaló aún más. Yo estaba trabajando cuando escuché unos gritos y pasos acelerados. Como mis otras vecinas siempre gritan y corren cuando están en el apartamento, no hice mayor caso, pero los gritos empezaron a tener un tono lastimero. Me acerqué a mi puerta y pude escuchar como Mary gritaba "Ismail, vete de mi cuarto, maldito desgraciado, vete de mi cuarto". Los gritos continuaron durante un rato más y luego se calmaron.
Volví a mi trabajo cuando volví a sentir los gritos, pero esta vez golpes contra la pared. Me acerqué de nuevo a mi puerta y vi cómo él le estaba pegando a ella, le trataba de quitar el celular, ella le pegó, él la agarró del cabello y la arrastró, golpearon la puerta, golpearon la pared, se golpearon ambos. Al momento entra el señor de la seguridad del edificio, intentó separarlos pero no pudo. Siguieron los golpes, entraron todos al cuarto de ella. Los golpes cesaron. Seguridad logró sacarlo a él del apartamento. Luego llegó la policía. Ella no quiso poner denuncio ni mandarlo a la cárcel, sólo pidió que lo mantuvieran alejado de ella.
Al rato, ella viene a mi cuarto y me cuenta. El entró acusándola de serle infiel (por alguna llamada en Skype con un amigo de ella) y le empezó a pegar. Ella le pidió que se fuera, él no se iba y no la dejaba salir. Ella no puso el denuncio porque eso le haría mucho daño a él: - Mira, si yo lo denuncio, es posible que lo deporten y no le permitan entrar a ningún país del Reino Unido. Ponerle un acto criminal sería dañarle su vida por siempre, sería traerle vergüenza a su familia. No quiero eso. Además, también perdería su trabajo, y en este momento, su familia (por problemas políticos en Nigeria) no ha podido girarle el dinero. No podría pagar la renta ni comer.
Otra vez me mordí la lengua para no decir nada. Mucho conozco de mujeres que el novio/esposo les pega y luego vuelven con ellos tan tranquilas como si nada. Al rato llegó el pastor de la iglesia a la que van, venía a tratar de arreglar las cosas con el diálogo: -Siempre en la pareja todo se puede arreglar dialogando... Yo me fui de ahí, otro rato más y tiraba a la parejita y al pastor por la ventana.
Hoy estaba en mi cuarto cuando sentí que tocaban a mi puerta. La dulce pareja estaba abrazada y sonreía. Mary me mostró el vestido, los zapatos y el bolso que Ismail le compró para el baile de la universidad que tienen la próxima semana. Él, detrás de ella, me saluda igual de sonriente. Yo digo el "Hola" más fingido de mi vida, pero creo que mis ojos me delataron porque él se ruborizó y se fue al cuarto de ella. Ella seguía contenta hablándome del bello vestido, de todo lo que le había costado a él -gastó casi 300 libras- de lo contenta que estaba. Luego los sentí que fueron a la cocina, sentí que llegaron más personas, escuché y estaban celebrando el "verlos juntos y felices nuevamente"...
No me extrañará que dentro de unas cuantas semanas vuelvana discutir, incluso creo que sé cuál será el próximo punto de discusión, el famoso baile de la escuela de derecho. Tampoco me queda ninguna duda que él le volverá a pegar. Creo que en el fondo, ella también lo sabe. Me pregunto por qué seguirá ahí ¿amor? ¿interés? ¿miedo a estar sola?.
La canción del Joe Arroyo danza en mi memoria "no le pegue a mi negra, porque la negra se me respeta"... creo que al Joe se le olvidó cantar la historia de la negra que al parecer, quiere que le peguen...
Cuando conocí a Mary, mi compañera de apartamento, parecía una muchacha centrada y responsable. Estudiante de leyes, trabajadora y educada. Me contó que era nigeriana pero llevaba cinco o seis años viviendo en una ciudad de Inglaterra que queda como a dos horas de aquí, que allí tenía un novio que amaba con pasión y locura y que se casaría con él. El muchacho vino alguna vez, muy amable cenamos todos juntos, una velada agradable.
Con ella siempre me la he llevado bien, a ambas nos gusta cocinar y preparamos platos propios de nuestros países y compartimos comida. Ambas somos ordenadas y nos gusta tener las áreas comunes limpias y como coincidíamos algunas veces en la hora del almuerzo o de la comida, pues nos sentábamos a hablar bastante rato.
En una de esas tertulias fue cuando me enteré que aparte del novio oficial, también había otro chico en nigeria a quien ella se refería como "su novio de nigeria" y que también tenía otro chico cerca a la ciudad donde ella vivía con su "novio" oficial (también era difícil seguirle el paso a tanto novio porque no sabía si se refería a boyfriend o boy friend).
Algún día, en una cena que tuvo con sus amigos, me presentó a varios (cuyos nombres y caras no asocio porque para un encuentro de menos de cinco minutos, en mi memoria eran todos iguales) y luego de esa cena me dijo que había uno que le había hablado toda la noche y la estaba cortejando y a ella no le disgustaba. Yo le pregunté por su novio y me dijo que ella a su novio lo amaba, pero que este chico era interesante y no había nada de malo en ser amigos.
Algún día después vino ese mismo chico a la casa (- Kate ¿recuerdas a Ismail?... los segundos más torturantes para mí porque no sabía si era el novio o era alguien nuevo) y desde entonces Ismail empezó a frecuentar su vida.
Mary me contaba que él era un chico de buena familia de Nigeria (es decir, podrido en plata) que estaba estudiando un máster en la universidad a la que todos vamos, que era tierno, agradable, caballeroso, le compraba muchos regalos y le decía que la quería y que se estaba enamorando de ella. Ella por su parte, no estaba segura de qué hacer, porque ella tenía su novio, pero quería también a Ismail. Decidió decirle a Ismail que como ambos estaban aquí, ella estaría con él, pero ella no dejaría a su novio. El aceptó, porque prefería tenerla a medias a no tenerla en absoluto.
Fue así como pasaron a ser pareja pública, se presentaban como novio/novia, salían juntos, iban a la iglesia juntos, ella cocinaba para él, él le compraba regalos. Incluso ella hablaba con su novio por teléfono y él lo aceptaba sin problemas. O eso parecía...
Un día ella llega enojada porque Ismail estaba actuando extraño cuando ella hablaba con su novio (-El sabe que tengo novio y no es que le esté ocultando nada...) y que había llegado hasta el punto de pedirle que dejara a su otro novio porque él (Ismail) se quería casar con ella. Yo, con mi cara de inocente pregunté: ¿y tú a cuál de los dos quieres? Mary responde: a mi novio lo quiero, aunque se ha estado enojando porque siente que nos estamos distanciando, pero creo que me estoy enamorando de Ismail también. Es tan dulce y me llena de regalos. Además, siempre está ahí para mi, me protege y me hace sentir bien. Pero no quiero dejar a mi novio sin saber si Ismail me puede ofrecer una seguridad en la relación.
El tiempo pasó y la relación se fue afianzando y nos acostumbramos a tener a Ismail en la casa. Siempre entraba con ella, venían de compras o de la universidad Ella cocinaba para ambos y él pasaba las noches en el cuarto de ella. Me sorprendía que él actuaba como dueño y señor de ella, y ella iba obedientemente detrás de él, pero bueno, en las relaciones se ve de todo.
Algún día pregunté por el otro novio, Mary me contó que ya no estaban juntos, que ya era sólo de Ismail (-La prueba máxima de mi amor, renuncié al otro para estar contigo...), le dije que me alegraba porque parecía un buen muchacho. Sin embargo, caras vemos...
Ella cortó relaciones con sus amigos hombres porque a Ismail no le gustaba que ella anduviera con los otros chicos: -Eres muy bella y todos quieren apartarte de mi lado, sabes que yo te amo y ellos no pueden dañar nuestra relación... era lo que le decía Ismail a Mary.
Algún día Mary llegó llorando porque estaba almorzando con un estudiante de doctorado nigeriano, amigo suyo, e Ismail llegó al restaurante y le gritó al otro muchacho que ella era su novia, que respetara, trató de besarla a la fuerza. Ella avergonzada se fue de ahí. Esa misma noche los escuché discutir, luego el volvió pidiéndole perdón. A la mañana siguiente estaban ambos juntos, desayunando, felices.
Así pasaron los días, discutían en la noche, pero se contentaban a la mañana siguiente. Ella me contaba que ella lo quería pero que a veces él era desconsiderado, ella llegaba de trabajar un turno completo de doce horas y tenía que cocinar para él, lavar para él, planchar para él y, encima de todo, tenía que complacerlo en el dormitorio.
Yo, gracias a los consejos maternos, me mordía la lengua para no salir con una de mis muy conocidas impertinencias. Ella seguía quejándose de que él la estaba sofocando, que ella prácticamente lo estaba manteniendo, que él era un desgraciado, que ella no lo necesitaba, que le miraba el celular buscando las conversaciones que ella tenía, que la celaba con todos.... pero como ella había dado mucho en esa relación ella lo iba a cambiar, porque después de todo él la amaba: - Sino, mira todos estos hermosos regalos que me da.
Los problemas fueron en aumento, pero como esos rollos ya me los conozco, yo sólo me quedaba callada y la escuchaba. Sin embargo, este fin de semana escaló aún más. Yo estaba trabajando cuando escuché unos gritos y pasos acelerados. Como mis otras vecinas siempre gritan y corren cuando están en el apartamento, no hice mayor caso, pero los gritos empezaron a tener un tono lastimero. Me acerqué a mi puerta y pude escuchar como Mary gritaba "Ismail, vete de mi cuarto, maldito desgraciado, vete de mi cuarto". Los gritos continuaron durante un rato más y luego se calmaron.
Volví a mi trabajo cuando volví a sentir los gritos, pero esta vez golpes contra la pared. Me acerqué de nuevo a mi puerta y vi cómo él le estaba pegando a ella, le trataba de quitar el celular, ella le pegó, él la agarró del cabello y la arrastró, golpearon la puerta, golpearon la pared, se golpearon ambos. Al momento entra el señor de la seguridad del edificio, intentó separarlos pero no pudo. Siguieron los golpes, entraron todos al cuarto de ella. Los golpes cesaron. Seguridad logró sacarlo a él del apartamento. Luego llegó la policía. Ella no quiso poner denuncio ni mandarlo a la cárcel, sólo pidió que lo mantuvieran alejado de ella.
Al rato, ella viene a mi cuarto y me cuenta. El entró acusándola de serle infiel (por alguna llamada en Skype con un amigo de ella) y le empezó a pegar. Ella le pidió que se fuera, él no se iba y no la dejaba salir. Ella no puso el denuncio porque eso le haría mucho daño a él: - Mira, si yo lo denuncio, es posible que lo deporten y no le permitan entrar a ningún país del Reino Unido. Ponerle un acto criminal sería dañarle su vida por siempre, sería traerle vergüenza a su familia. No quiero eso. Además, también perdería su trabajo, y en este momento, su familia (por problemas políticos en Nigeria) no ha podido girarle el dinero. No podría pagar la renta ni comer.
Otra vez me mordí la lengua para no decir nada. Mucho conozco de mujeres que el novio/esposo les pega y luego vuelven con ellos tan tranquilas como si nada. Al rato llegó el pastor de la iglesia a la que van, venía a tratar de arreglar las cosas con el diálogo: -Siempre en la pareja todo se puede arreglar dialogando... Yo me fui de ahí, otro rato más y tiraba a la parejita y al pastor por la ventana.
Hoy estaba en mi cuarto cuando sentí que tocaban a mi puerta. La dulce pareja estaba abrazada y sonreía. Mary me mostró el vestido, los zapatos y el bolso que Ismail le compró para el baile de la universidad que tienen la próxima semana. Él, detrás de ella, me saluda igual de sonriente. Yo digo el "Hola" más fingido de mi vida, pero creo que mis ojos me delataron porque él se ruborizó y se fue al cuarto de ella. Ella seguía contenta hablándome del bello vestido, de todo lo que le había costado a él -gastó casi 300 libras- de lo contenta que estaba. Luego los sentí que fueron a la cocina, sentí que llegaron más personas, escuché y estaban celebrando el "verlos juntos y felices nuevamente"...
No me extrañará que dentro de unas cuantas semanas vuelvana discutir, incluso creo que sé cuál será el próximo punto de discusión, el famoso baile de la escuela de derecho. Tampoco me queda ninguna duda que él le volverá a pegar. Creo que en el fondo, ella también lo sabe. Me pregunto por qué seguirá ahí ¿amor? ¿interés? ¿miedo a estar sola?.
La canción del Joe Arroyo danza en mi memoria "no le pegue a mi negra, porque la negra se me respeta"... creo que al Joe se le olvidó cantar la historia de la negra que al parecer, quiere que le peguen...
Plop!!! Mi mamá también me enseñó que en pelea de parejas es mejor no meterse, porque al final se arreglan y el malo termina siendo uno, pero te juro que yo en algún momemto hubiera metido la cucharada frente a esta historia.
ResponderBorrarAunque te soy franca, me muero del susto de imaginar ver la pelea esa que narras, es terrible y lo peor es que ella y él hayan vuelto como si nada... Tienes toda la razón, la próxima pelea será para la tal fiesta.
Oye y tienes que seguir viviendo con ella?. Es que eso de los escándalos me parece tenaz :S
Kate después de vivir con una pareja te diré que haces bien en no meterte en las peleas, un consejo que me dieron y que aplica para el caso es que uno de los principios fundamentales de la convivencia pacifica es la no intervención mutua en los asuntos internos.
ResponderBorrarNo se si este post es para pedir consejos, pero igual te digo que esta persona, Mary, cada día elige estar con este hombre, cada día elige seguir a su lado y ser maltratada. No dejes que te involucre a ti en esas decisiones, tu no tienes que cargar con eso.
Wow...hace mucho que no me pasaba por tu blog (estoy liadísima) y tengo que ponerme al día con las entradas anteriores. Veo que ya estás viviendo en Inglaterra....que suerte! :)
ResponderBorrarRespecto a este tema, puedo decirte lo mismo que te han dicho arriba. Es mejor no involucrarse y has hecho bien en "moderte la lengua" aunque sé que es difícil. Pero creo que llegado un momento, Mary es la que tiene que tomar una decisión para decidir el rumbo de su vida. Al igual que tu, creo que esto se volverá a repetir y puede que ella ya lo sepa.
Por cierto, como te sigo desde hace un tiempo, te he dejado un premio en mi blog ^^ Pásate a verlo cuando puedas :)
http://littleworldandlittleme.blogspot.com.es/2013/02/one-lovely-blog.html#comment-form
Saludos!