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sábado, 31 de diciembre de 2011

Adiós 2011... Bienvenido 2012

Bueno, como es costumbre, este es el post de final de año que dejo programado para que se publique hoy porque no me voy a llevar el computador para Berlín (son vacaciones... tengo que alejarme del pc lo que más pueda si quiero descansar).

Este ha sido un año ciertamente maravilloso. Me parece que fue ayer cuando escribía el post de despedida del año pasado. En ese momento recuerdo que escribí que no iba a hacer planes para el futuro sino que iba a dejar que la vida me sorprendiera: pues, ciertamente lo ha hecho y con creces.

En retrospectiva ha sido un año de muchos cambios tanto personales como profesionales. Superé los viejos retos, se me presentaron los nuevos y en ellos estoy trabajando. He dejado atrás a mucha gente, he conocido otra nueva, he aprendido a cuidar de mi misma y he aprendido a ser más paciente (claro que este tema es el que olvido más rápido).

Podría seguir ennumerando las cosas buenas y malas de este año, pero ya están registradas y en este momento no vienen al caso. Este año ha sido un buen año y quedo con muchísimas experiencias y enseñanzas.

Sin embargo, hay algo que quiero destacar de las enseñanzas de este año. Todas esas experiencias vividas (este y los años anteriores) me dejaron una lección muy valiosa y es que más allá de los éxitos, más allá de los fracasos, más allá de las cosas materiales que obtenga o que pierda, más allá de la gente que conozca o la gente que saque (o salga) de mi vida, más allá de las alegrías y tristezas de los hechos que rodean mi vida, hay algo que siempre debo ser: una persona agradecida.

Sin importar si mi vida va bien o va mal, sin importar si logro lo que quiero o no obtengo lo que esperaba, sin importar si es mucho o es poco, este año me enseñó que debo agradecer por cada una de esas experiencias, por lo mucho o lo poco, por lo bueno o por lo malo. Porque es en ese agradecimiento que está el crecimiento, y es allí donde se encuentra la felicidad.

Y ser agradecida no significa conformarme con lo que tengo, significa agradecer la oportunidad de conseguir más, de aprender de las situaciones, de mejorar cada día, de saber decir no sin sentirme mal, de saber decir si sin dañar a nadie.

Ya sé que parezco poseída por el fantasma de la escritura de autoayuda, pero este año me enseñó que lo más bonito que hay es el agradecimiento con cada pequeño detalle que hay en nuestras vidas.

¿Se agradecida con quién o con qué? pues yo personalmente le agradezco a la vida por las oportunidades que me da, le agradezco a mi familia por su apoyo constante, le agradezco a mis amigos por el placer de su compañía, le agradezco a los profesores por ese pedacito de sabiduría que comparten conmigo, le agradezco a la familia con quien vivo por permitirme ser parte de sus vidas. Pero también le agradezco a esa persona que me envidia, porque me reafirma lo valiosa que soy, le agradezco a esa persona que me humilla por ser de otra parte, porque me hace trabajar más duro para no juzgar a las personas por su procedencia, le agradezco a esa persona que me robó porque me enseñó a ser más cuidadosa, le agradezco a esas personas que me dijeron "no te damos la beca" porque me hicieron trabajar más fuerte para conseguir otra mejor, le agradezco a todos aquellos que en su momento me hicieron algún daño (bueno, sin sonar masoquista) porque me enseñaron a ser más fuerte, a probar mi valentía, a salir invicta.

Agradezco la idea de abrir este blog, porque ha sido un apoyo constante, una fuente de práctica y un lugar donde he conocido gente maravillosa. Agradezco haber podido conocer así sea virtualmente (y espero que algún día, personalmente) a todos esos amigos blogueros con quienes comparto pedacitos de mi vida y ellos pedacitos de la suya.

Agradezco tener a mis padres y a mis hermanas, y aprovecho el tiempo que los tuve personalmente y ahora que los veo virtualmente. Agradezco mucho la oportunidad de estudiar, de conocer, de viajar.

En el momento en que se publique este post, estaré cumpliendo uno de mis sueños de infancia (bueno, eso espero) y creo que no hay mucho que pueda pedir que se equipare a esa sensación. Por esta y muchas razones más, estoy muy agradecida.

¿Metas para el próximo año?, seguiré dejando que la vida me sorprenda. Pero esta vez quiero compartir todas esas sorpresas con mis seres queridos, así que deseo la oportunidad que ellos vengan. Deseo que mis amigos y conocidos tengan un año lleno de éxitos y satisfacciones. Deseo que todos los lectores del blog (en especial aquellos que siempre han estado conmigo con sus comentarios o simplemente con su lectura silenciosa) tengan un año lleno de éxitos, de bendiciones, de mucha suerte y alegrías para ustedes y sus seres queridos.

Feliz año nuevo 2012.... agradecidos por otro año más!

domingo, 25 de diciembre de 2011

Navidad catalana: el cagatío

Acabo de pasar mi primera navidad lejos de mi familia, lejos de mi país, lejos de mis costumbres ... pero me fue súper bien.

Una amiga me recomendó no ponerme a recordar navidades pasadas sino enfocarme en conocer las tradiciones de este lugar para que no me diera tan duro. Aunque no estaba tan triste como pensé que podía ponerme (en realidad no estaba triste para nada), igual sirvió bastante conocer lo que hacen aquí para navidad.

En realidad la navidad la estoy celebrando desde el jueves, porque vinieron de visita unos amigos franceses del señor con quien vivo. Prepararon pato especial, verduras asadas, champiñones, hubo champaña, vino, licores, café y postres (turrones). La cena de navidad también fue pato, pero esta vez a la naranja, puré, ensalada, champaña, vino, licores y un postre delicioso llamado "Pijama" (frutas confitadas con crema y flan).

Lo que más me gustó de la celebración fue la tradición del "cagatío". Antiguamente, según me contaron, los regalos no los traían Papa Noel ni los Reyes Magos (por cierto, esoty esperando con ansias el 6 de enero para ver los desfiles), sino que los regalos se ponían en las chimeneas y los niños golpeaban la leña y los encontraban. De ahí al cagatío nadie sabe muy bien cómo pasó, pero ese es más o menos el origen.

El "cagatío" es una especie de tronco adornado con ojos, nariz y boca y dos paticas adelante sobre las que se apoya y parece un gusanito levantado la cabeza. En la parte de atrás lo cubren con una cobijita, lo ponen en el centro del salón y se le dice a los niños que tienen que coger un palo de madera más pequeño e ir al baño y mojarlo un poquito y luego contar hasta veinte.



Mientras los niños están en el baño, los adultos ponen debajo de la cobijita unos jugueticos pequeños (carritos, moneditas, lápices y bobaditas estilo piñata) y cuando los niños vuelven, le pegan al tronco con el palo de madera que está un poquito mojado (no tiene nada que ver el agua, es simplemente para distraerlos y poner los regalos) y van cantando una canción (en catalán) que dice más o menos así: "cagatío, avellanas y turrones, no cagues "aranganas" que son muy saladas, caga turrones que son los mejores" (traducción hecha a partir de mi nivel 0 de Catalán) y luego los niños buscan por debajo de la cobija a ver qué les "cagó" el tío, y es ahí cuando encuentran los jugueticos y se vuelven locos de la felicidad.



Al principio me parecía bastante curioso lo del cagatío porque cuando lo vi, no entendía qué relación tenía un tronco con "cagar" (y ya he dicho que aquí tienen una fijación rara con ciertas palabras que yo considero vulgares), incluso tienen un "caganene" que es un niño con los pantalones abajo "cagando" el pesebre... Sin embargo, me pareció una tradición muy divertida (me reí muchísimo con el niño golpeando el tronco, cantando y luego buscando el regalo) y hasta quiero aplicarla cuando vuelva a Colombia, porque debe ser un éxito en una fiesta de niños.





Luego del cagatío, llegó Papá Noel, y nos dejó regalos a todos! (este año estuvo muy activo porque aquí me dio regalos y en Colombia también!!) y por último nos quedamos viendo un show de navidad que pasaban por la tv.

Hoy, que es el día de navidad como tal (nosotros lo celebramos ayer porque éramos dos colombianas y queríamos mantener la tradición), fui a comer a la casa de la hija del señor con su familia. Ambos son profesionales exitosos y ganan bastante bien, por lo que tienen una casa (palacio) hermosísima en las montañas. Tienen piscina, patio, y una vista insuperable! Allí almorzamos caldo de navidad (cuyo nombre no recuerdo) y pollo relleno de pavo y de pato (¡la combinación bomba!)... pasé una tarde muy agradable jugando con los niños y con el perro de la familia y escuchando la mezcla de idiomas de allá: el señor hablando en holandés con los niños, los niños hablando en catalán con la mamá, a mí se dirigían en catalán, pero yo respondía en español, llegó alguien que sólo hablaba inglés... y aún así me reí hasta decir no más, y pasé buenísimo.

En fin, fue un fin de semana de navidad muy agradable y me llevo un grato recuerdo de la navidad con las familias catalanas.

No quiero dejar pasar este día para desearles a todos una feliz navidad y (en caso tal que no pueda volver a escribir antes del 31) un feliz año nuevo (que este año pasaré en Berlín ¡yei!)

sábado, 10 de diciembre de 2011

¿Qué extrañas de Colombia?

A menudo me preguntan qué es lo que más extraño de Colombia, y casi siempre digo que nada (apenas llevo tres meses!), pero como hoy estoy tratando de mantenerme ocupada, haré mi lista:

1. A mi familia
2. A mis amigos
3. A mi perrito
4. El clima (19º... ¡cómo los extraño!)
5. El ruido de la gente en la calle (señor del aguacate, ¡cómo lo extraño!)
6. A los taxistas (eso sonó feo, digamos que extraño el servicio de taxis... aquí, a veces ¡me toca caminar mucho!)
7. El arbolito, las lucecitas y la decoración de navidad de mi casa
8. La luz del sol entrando por la ventana, sin que nadie la quiera cerrar
9. El ruido de las maracas cuando cantan las novenas
10. A mi familia

Y lo que definitivamente NO extraño

1. La pólvora
2. Los buseros
3. Los jingles de las emisoras en esta época (oxígeno!! Rumba!! estrella estereo!!...)
4. La pólvora
5. La pólvora
6. La pólvora
7. La pólvora
8. La pólvora
9. La pólvora
10. La pólvora

:)

Infertilidad y donación de óvulos

Pasó un tiempo antes que lo notara (a veces no soy tan aguda para darme cuenta de ciertas cosas) pero una vez que lo vi, se hizo evidente.

¡En este pueblo hay demasiados mellizos y trillizos!

Claro que ya me explicaron que son niños "probeta"... es decir, niños concebidos "in vitro". Resulta que en España (y el resto de Europa) hay niveles "altísimos" de infertilidad (15% - 18% de parejas con problemas para concebir bebes). El principal problema es la edad a la que las mujeres quieren empezar a concebir (pasados los 33), le sigue problemas masculinos de baja movilidad de espermatozoides o alta cantidad de espermatozoides anormales, luego problemas femeninos de disminución ovárica y por último causas mixtas o desconocidas (fuente).

Estas razones son las que llevan a las parejas a concebir bebes por otros medios. El medio más popular es la fecundación in vitro, donde se hace la concepción en un medio externo y cuando los espermatozoides fecundan el óvulo, se insertan en el útero de la madre para que terminen de desarrollarse allí.

Estos tratamientos son costosos, y sólo se pueden hacer cuando ambos el padre y la madre tienen espermatozoides y óvulos en buen estado.

Cuando esto no pasa, la otra opción es recurrir a espermatozoides u óvulos donados. Esto yo lo había escuchado y sabía que se hacía, pero en Colombia (por lo menos en Medellín) hay más bien pocas clínicas de fertilización y no conozco a nadie que haya necesitado recurrir a la fertilización in vitro.

Aquí, sin embargo, es pan de cada día y hasta me sorprendió mucho que en mi universidad haya propaganda para donar óvulos. Lo curioso fue que vi campañas completas (estilo "venga done sangre") y en su momento no le presté mucha atención (precisamente porque pensé que era para donar sangre... inyecciones... no, gracias).

En uno de mis ratos de descanso estudiantil, me acordé de la tal donación de óvulos y me puse a investigar un poco. Me sorprendió bastante encontrar que es toda una industria y hay toda una polémica a su alrededor, por lo menos aquí en España.

Resulta que cuando donas óvulos, te pueden "recompensar" con unos 900€ a 1000€ por las molestias que esto implica. Además te hacen todo un examen médico gratis (incluyendo citologías, exámenes de VIH y otras cosas que no recuerdo).

Obviamente por tanto dinero, algo difícil debe haber y efectivamente, donar un óvulo no es "venga y sáquelo". A la mujer le dan un tratamiento hormonal diario que hiperestimula los ovarios para que en vez de un óvulo, produzca 10 ó 12. Le hacen ecografías cada tres días para monitorear los avances y debe seguir unas recomendaciones estrictas. El día de la extracción la sedan localmente y extraen los óvulos maduros.

Ahora bien, en las páginas que leí decían que era un método muy seguro, que la mujer no corría ningún riesgo y que todo se hacía por el bien de la humanidad y de las parejas que no pueden concebir. Pero como todo no puede ser gloria de Dios, busqué un poco más y encontré la parte no tan agradable de la donación de óvulos.

Leí el testimonio de varias personas a quienes la hiperestimulación hizo que les crecieran los óvulos, que tuvieran problemas de convulsiones y, encima de todo, que las tratan mal en las clínicas porque "para que se pone a buscarse enfermedades". La clínica de fertilización no les reconoce la reacción adversa y ellas quedan sufriendo por bastante tiempo, sin saber si más adelante tendrán problemas de concepción. También hablan de cómo las clínicas de fertilización están convenientemente ubicadas cerca a universidades que tienen programas de estudios en genética y pueden utilizar los óvulos "sobrantes". También leí sobre la polémica que hay alrededor de esos óvulos y de los fecundados congelados, sobre si descongelarlos o qué hacer con ellos.

Está también la parte de las personas que defienden la donación a capa y espada, alegan que ellas han donado y que no han tenido problemas de ningún tipo, que no hay riesgo al donar. Que se debe hacer no por el dinero sino por la satisfacción de ayudar a una pareja a concebir (aunque en tiempo de crisis, nadie hace nada por buena voluntad, prueba de ello es el incremento de peticiones de donantes de óvulos).

Me sorprendió bastante la polémica porque la suma de dinero es muy alta (teniendo en cuenta que una donación de esperma "recompensa" con 50€) y en realidad parece ser un proceso complicado. Además, recuerdo que en los comentarios alguna mujer dijo que si las mujeres dejaran de pensar tanto en postergar la maternidad, este tipo de problemas no se presentarían. Muchas mujeres le recriminaron su mentalidad de "ama de casa" porque para ellas primaba realizarse como mujeres y profesionales y luego sí, formar una familia.

Aquí entra el aspecto del "reloj biológico" y de lo injusta que puede ser la naturaleza con las mujeres. Si uno quiere tener un bebe a una edad relativamente segura, lo suficientemente joven para que no haya complicaciones, pero lo suficientemente madura para hacerse cargo de esa nueva vida, estamos hablando de un plazo de unos 5 u 8 años, que es justo el momento en el que las mujeres nos estamos realizando como profesionales y estamos adquiriendo experiencias y disfrutando una etapa importante. Sin embargo, contra la naturaleza no podemos pelear, y dejar pasar el tiempo significa incrementar las molestias físicas o económicas.

Uno de los comentarios que hizo alguien me gustó mucho. Decía que no había que crucificar a las mujeres que decidían posponer la maternidad ni tampoco tener que esperar tanto para ser madres, lo importante era construir una sociedad que permita que las mujeres se realicen personal y profesionalmente y puedan ser madres al mismo tiempo, facilitándoles los medios e información necesarios para lidiar con todo de forma exitosa. Sin embargo, creo que estamos muy lejos de ese tipo de sociedades. Por ahora nos toca seguir eligiendo entre ser profesionales o ser madres.

Otro comentarista decía que en vez de gastar tanto dinero en tratamientos invasivos y polémicos, era mejor adoptar porque había muchos niños necesitados de un buen hogar. Aquí mucha gente saltó diciendo que ellos querían hijos propios, además de que los procesos de adopción son largos y a menudo no terminan con buenos resultados (aquí habría que investigar más, pero eso es otro cuento).

En fin, me sorprendió bastante este tema de la infertilidad porque de donde yo vengo este fenómeno no es precisamente el más observado. De hecho la tasa de natalidad en Colombia se ha disparado de forma alarmante los últimos años. Ya he contado sobre las campañas contra los embarazos adolescentes y sobre como allá nos reproducimos como conejos. Es curioso ver cómo en los países "subdesarrollados" la natalidad es impresionante mientras que aquí, que tienen posibilidad de brindarle comodidad económica a los hijos, tienen serios problemas para concebir. ¿Es injusta la naturaleza o es alguna forma cósmico-kármica de mantener el balance?

Enferma y solita

Como no podía faltar la mosca en leche del paseo, me enfermé. Pero esta vez ha sido muy diferente: es la primera vez que me enfermo y me quedo completamente sola.

El martes estuve en una feria medieval preciosa en un pueblito muy al norte. Iba bien abrigada, pero seguro algo falló porque cuando llegué empecé a sentir molestias en la garganta. Al otro día me desperté y sentía la garganta seca y un poco áspera. Me fastidiaba cuando pasaba saliva. Pensé que quizás se me quitaba con una toma caliente y gargaras de agua tibia con sal. En la noche celebré el día de las velitas con mis amigas y procuré abrigarme bastante bien para el camino de vuelta a mi casa.

El jueves seguía con las molestias, pero esta vez la garganta me dolía mucho. Sin embargo, no me alarmé porque no tenía fiebre ni tenía las amigdalas abultadas. Lo que me pasaba era que cuando tragaba, sentía que me quemaba la parte de atrás de la garganta. Chupé unas pastillas que traje de Colombia, y eso me calmó un poco el malestar.

Justo ese día, los señores de la casa decidieron que se iban de viaje por el fin de semana a visitar a no se qué familiares de ellos. El caso fue que me quedé sola y por la tarde empezó el chiste.

Me empezó a doler todo el cuerpo, el cuello, los hombros, la garganta y me dio un poquitín de fiebre. Hasta aquí empecé a tomar dolex e ibuprofeno por si las moscas. Al otro día ya me levanté muy mal, así que me tocó reunir valor, abrigarme bien e ir al médico temprano en la mañana (las urgencias empiezan a partir de las 8am... antes, ni se le ocurra enfermarse de gravedad) el médico me dijo que era una faringitis con amigdalitis leve. Me mando penicilina en pastillas e ibuprofeno y dolex (aquí le dicen paracetamol) para la fiebre. El dolor era tanto que hasta le pedí una inyección de penicilina al doctor, quien me dijo que eso era para casos de amigdalitis grave, que yo con la pastilla debía estar bien para el domingo.

Más tarde, después de una noche sin dormir y con todo el cuerpo temblando, fui a la farmacia a comprar los medicamentos, luego al supermercado por miel y luego para la casa. Desde entonces estoy en cuarentena, pasando la maluquera.

Han sido dos días relativamente desagradables porque todo me lo he tenido que hacer yo sola: prepararme las comidas, poner alarmas para despertar y tomar los medicamentos etc. Mi familia me ha hecho una falta enorme porque en mi casa, cuando me enfermaba, siempre había alguien para cuidarme. Aquí me he dado cuenta lo solita que estoy, y no es nada agradable la sensación (menos aún cuando por mi mente pasaban imágenes de una enfermedad mortal en medio de la noche y yo pensaba... ¿qué haría en un caso así?).

Aunque he hablado con mi mamá todos los días, todo el día, por skype, esto de ser yo a quien le toca ser responsable de si misma ha sido muy duro. Yo sé que es parte de la experiencia y que tarde o temprano iba a pasar, y aunque hasta el momento lo he hecho bien (tuve fiebre fuerte con delirios, pero igual me tomé los medicamentos, me preparé las comidas y hasta me obligué a estudiar para mantenerme concentrada en algo más que en la enfermedad) estos días me han dado mucho tiempo para pensar y valorar muchas cosas que tenía y que quizás, en su momento, no estimé como debía.

Mi familia me hace muchísima falta, pero me di cuenta que yo soy fuerte, o por lo menos cuando la situación lo requiere, me dejo de payasadas y actúo, así la tristeza me esté comiendo por dentro. Aunque he tenido muchas ganas de llorar, he sabido aguantarme y he sacado ánimos de donde no los tengo para seguir adelante. No me puedo quedar en el camino por un simple malestar (si recuerdan, en algún post comenté que cuando me enfermo me vuelvo la persona más inutil del planeta) y pues, creo que voy haciéndolo bien porque esta mañana ya me encontraba un poco mejor, la garganta me duele mucho menos que ayer, a pesar que la fiebre me sube y me baja y ahora estoy con todos los síntomas de un resfriado común (que por lo menos es terreno conocido) .

Estos días me han hecho caer en cuenta que yo no sirvo para estar sola. Pero también me di cuenta que no me gusta estar rodeada de gente con quienes simplemente no he me hallo. Me di cuenta que soy muy selecta al elegir a mis amistades y a quienes me acompañan y aunque esto, en muchas ocasiones, me lleva a estar sola porque no soy capaz de abrirme con todo el mundo, sé que los pocos a quienes aprecio y estimo tienen su lugar en mi corazón y son quienes me dan fuerza para seguir.

También estos día me han hecho pensar que tengo ciertas personas en mi vida que en vez de ser un aliciente se han vuelto una carga. Con las cosas que he vivido aquí, me he dado cuenta que yo no necesito depender de nadie más que de mi misma, y que ya lo estoy haciendo. Estos días me han dado la claridad que necesitaba y, por lo menos, la chispita que necesito para empezar a sacar esas personas de mi vida.

Otro pensamiento que he tenido mucho en estos días es sobre las familias y los seres queridos. El por qué lo cuento en otro post, porque de este sólo quiero dejar el registro para cuando algún otro día esté pasándola mal, acordarme que alguna vez fui capaz y que todo, eventualmente, acaba.

Y sobre mi estado de salud, pues sigue mejorando, aunque la fiebre me tiene atontada a ratos. Supongo que es normal en estos días fríos de invierno (y más con la calefacción prendida una hora por la mañana y una por la tarde!!!....la crisis!).

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