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martes, 18 de diciembre de 2012

Final de semestre y despedida por ahora

No hay momento más agradable que aquel cuando terminas un módulo, un semestre, un año.

Hoy fue mi última clase de maestría, porque el próximo semestre sólo tengo el trabajo de tesis. Sólo me falta enviar dos ensayos y estaré oficialmente en vacaciones... y estas sí que las necesito con urgencia.

Mi primer semestre (académico porque llevo apenas un poco más de tres meses aquí) ha sido en una palabra: agotador, pero ha sido tan agradable que lo repetiría de nuevo. Ahora que veo que todo lo que hice, todas las personas que conocí y todos los recuerdos que conservo, me entra una nostalgia increíble, aunque no tengo tiempo para entristecerme, tengo despedidas de amigos, bienvenidas de mis amigas de Barcelona con quienes pasaré navidad y año nuevo en Londres y la promesa de un próximo año que seguirá trayendo sorpresas.

Tengo tanto en el tintero, y muy poco tiempo para escribir, por lo menos hasta enero que vuelva todo a la normalidad, así que aprovecho para desear a los que aún leen este blog una feliz navidad, un próspero año nuevo y muchos éxitos en este nuevo año que ya llega.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Liverpool

Este segundo viaje lo realizamos después de mucho intentar organizar agendas y ponernos de acuerdo en días y horarios.

Liverpool queda a una hora y media en tren desde Wolverhampton. Es un viaje relativamente barato (19 libras ida y vuelta en horario fijo) y el paseo en tren es bastante agradable.

Nos recibió una ciudad gris y fría, pero de una arquitectura maravillosa. El clima no estaba tan horrible, el problema era el viento. Y como Liverpool es una ciudad a orillas del mar, el viento es el doble de fuerte, y el doble de frío.




Excepto que es el lugar donde nacieron los Beatles, yo de Liverpool no sabía absolutamente nada. Por eso mi visita fue doblemente interesante porque conocí la versión "turística" de la ciudad y la versión "trabajadora", gracias a la visita a uno de los tantos museos que cuentan la historia de la ciudad.

Una sorpresa muy agradable ha sido descubrir que aquí en Inglaterra casi todos los museos, galerías de arte y exhibiciones son gratis! Esto es bastante útil cuando vamos a visitar alguna ciudad, en pleno invierno, y necesitas urgentemente un lugar con calefacción. Dos horas en cualquier museo te dan mucha perspectiva sobre la ciudad, sobre la gente y te mantienen seco y abrigado disfrutando del día.




De Liverpool me gustó mucho su arquitectura (bueno, casi todas las ciudades que he visitado han sido parecidas) y me gustó mucho que el centro de la ciudad fuera caminable. Pudimos observar gran parte de la ciudad a pie, y luego nos dividimos en grupos para ir a diferentes actividades: museo de los Beattles o el paseo en bote por los canales.






Los canales me parecieron bastante bonitos, claro que hacía mucho frío y mucho viento. El viento era tan fuerte que nos alcanzaba a empujar. Para colmo, ese día se me ocurrió ponerme vestido... estuve todo el día controlando la falda que no se alzara y claro, temblando de frío.








Aunque mis compañeros tienen buen sentido de orientación, cosa de la cual yo carezco, no teníamos muy claro cuál era la famosa calle de los Beatles. Sin embargo, caminando y caminando, llegamos justo a la calle principal, la calle de los bares donde nacieron y se hicieron famosos los Beattles.






El bar principal se llama The Cavern, tengo entendido que el original lo demolieron hace como 30 años, entonces este es una réplica. Aquí se presentaban los Beattles al inicio de su carrera. Hoy en día se puede entrar y ver una especie de "museo" dedicado a la memoria de este grupo.

Luego de pasear por la calle de los Beattle, nos fuimos al museo de historia de Liverpool. Allí pude conocer el otro lado de la ciudad, el lado de gente trabajadora, de industrias, de vida alrededor del puerto. Fue curioso porque era la primera vez que conocía un puerto que no fuera en clima tropical. Tengo que decir que  la dinámica cambia bastante. La gente es como más centrada, más disciplinada, menos... festiva... no sé, es una impresión que me quedó de la ciudad.




En el museo también encontramos esta serie de dibujos con frases y expresiones propias de la región. Ya conté que aquí en el Black Country (la región donde vivo, los West Midlands) la gente habla "yaom", un acento particular donde se comen las palabras. En Liverpool pasa lo mismo, pero aún más gracioso porque tienen frases enteras que lo dejan a uno mirando para el cielo.



¿Cómo podría adivinar lo que es Connie Onnie? Ni por contexto fui capaz!



"Am'orite" fue más conocida porque así hablan aquí, entonces ya la había oído.



También ya la había escuchado. El secreto era pronunciarlo y ver a qué me recordaba.



Con estos tres no fui capaz... aunque no los había escuchado antes...



Los "thingy" son la palabra preferida de los Erasmus cuando estamos tratando de nombrar algo y sólo lo recordamos en nuestro idioma materno.



Con este, pensé que se referían al gravy (la salsa que se le pone a la carne) pero... como que tenïa mucha hambre en ese momento porque no era...



Aquí... pensé que el perrito se llamaba Ed...


Esta fue una escultura muy chistosa que vismos, y bautizamos "cownana" (vaca + banana)

Luego fuimos al museo portuario que me gustó mucho porque fue aquí en Liverpool donde se ensambló y se dio orden de partida al Titanic. Como este año se cumplieron 100 años de dicho suceso, hay una exposición permanente sobre la historia dle barco, la lista de pasajeros y revisiones hechas sobre todo lo que pudo haber fallado y falló y sobre todo lo que pudo hacerse para evitarlo, y no se hizo.


También se encuentran exposiciones sobre otros hechos históricos y cómo los barcos, submarinos y otros equipos náuticos jugaron un papel importante.


Al final de la tarde, nos separamos un rato porque algunos querían ir al museo de los Beattles (que costaba como 12 pounds) y como yo ya tenía suficiente con la tienda (¡compré un póster más bonito!), fui con el grupo que tomó el paseo en el "Yellow Duckmarine":


Este es una especie de bote con ruedas que transita por la calle y por el agua. Los primeros 20 minutos dimos un recorrido por la ciudad, que es preciosa, y el guía nos iba contando hechos históricos, curiosidades de los edificios (que ya no recuerdo mucho, excepto por alguna alusión a la rivalidad con Manchester) y luego el botecito entra en el agua y se vuelve un bote. El guía que tuvimos era demasiado chistoso, nos hacía cantar, contaba chistes, brincaba y gritaba. Fue un paseo muy agradable. Y obvio, una experiencia bonita eso de estar en un medio de transporte que va por tierra y por agua.





Terminamos el día cansados pero felices, esperando en tren de vuelta a Wolverhampton. Liverpool me gustó mucho. Y es una ciudad que recomiendo visitar en lo posible.

lunes, 15 de octubre de 2012

Stratford Upon Avon

No, no me he muerto... aunque sí andaba de parranda...

Tengo tanto en el tintero (y tanto para hacer) que me da miedo que se me olvide. Así que voy a dejar mi estudio un rato y actualizar todo lo que ha sucedido por estos lados. Además sigo peleando con un código de Python (sí, ya estoy viendo programación) y he descubierto que cuando dejo de pensar tanto en ello, ¡la solución llega mágicamente!

El primer viaje (hace tres semanas ya) que hice con la universidad fue a Stratford Upon Avon, el lugar de nacimiento de William Shakespeare. Salimos a las 9am de un muy soleado Wolverhampton en los buses de la universidad  El día estuvo bastante precioso (todavía seguimos teniendo días soleados con cielo azul) y la temperatura estuvo relativamente tibia.

Stratford Upon Avon es una pequeña ciudad (o pueblo) a una hora de aquí. Salieron tres buses desde la universidad lleno de estudiantes Erasmus dormidos (porque habíamos estado en fiesta la noche anterior) y llegamos al estacionamiento del centro cívico de la ciudad. Ahí nos dividieron en grupos y nos asignaron un guía. Nuestra guía, al parecer, fue la más animada de todas porque nos llevó a muchos más lugares que los otros guías y nos contó bastantes historias curiosas y divertidas de la  ciudad en tiempos de Shakespeare y cómo su legado ha impactado en la vida diaria de los habitantes de allí.



                                                                Iniciando la caminata por Stratford

La caminata duró aproximadamente una hora y media. Empezamos en la estatua de Shakespeare en la plaza que lleva su nombre. Aquí se puede ver al escritor rodeado de estatuas de cuatro de los personajes de sus obras más famosas Otelo, Henry V, Desdémona y Hamlet.



Cerca a la estatua están los puertos y los muelles para las embarcaciones que navegan por los canales del país. Estas embarcaciones son pequeñísimas, porque los canales no son propiamente grandes. Me encantó el contraste entre el agua oscura y las embarcaciones coloridas. Muchas de ellas no navegan sino que anclan y venden comida, café, te (es decir, sirven de tienda flotante).


Entrada y salida del muelle por debajo del puente. 

 Salida al río Avon. En inglés antiguo, Avon significaba río, por lo que la ciudad literalmente se llama "Stratford sobre el río".

De la plaza nos dirigimos hacia el muy famoso teatro de Shakespeare (Royal Shakespeare Theatre). El original (que abrió en 1879) se quemó en 1926 y lo reconstruyeron para reabrir en 1932. Esto generó mucha polémica por el alto costo que implicó la renovación y porque los antes detractores del teatro, de repente se encontraban apoyando su reconstrucción, alegando que era símbolo de la literatura inglesa y por los beneficios que traería a la ciudad.

 Plaza del teatro.

 Teatro de Shakespeare. Los tiquetes hay que comprarlos con semanas de anticipación.

 El río Avon, bordea el teatro por uno de sus costados.

 Vista de la parte frontal del teatro.

 Plaza adyacente.

Seguimos nuestra caminata hacia la iglesia donde está enterrado el mismo William Shakespeare. Esta fue una caminata muy bonita por la orilla del río. En teoría estaba terminando el verano e iniciando el otoño. Por eso los árboles estaban entre verdes, naranja y amarillos. Fue un espectáculo precioso.


 Dizque "casa de verano" de alguna prominente familia de la ciudad.

 Holy Trinity Church. Iglesia donde descansan los restos de William Shakespeare.


Pagando 50 peniques (descuento para estudiantes, obviamente) se puede ingresar a la cripta donde está enterrado   Shakespeare y los miembros de su familia.

En sí, la iglesia es muy bonita, el terreno solía pertenecer a un monasterio Sajón (probablemente en el año 713) aunque el edificio como tal data de 1210. También está rodeada de un cementerio bastante antiguo. Fue curioso ver todas esas tumbas de siglos de antigüedad y sentir esa atmósfera de paz y medio misticismo que se vive en cualquier cementerio.

La caminata continuó de regreso hacia el centro de la ciudad, para conocer las casas donde vivieron los familiares de Shakespeare. Aquí la casa de su hija que se casó con un médico prominente de la ciudad (claro que en esta parte casi no presté atención a la historia porque estaba hablando con un compañero sobre... precisamente que no conocíamos mucho de la vida de Shakespeare...)


En Stratford se sienten orgullosos porque dicen que las estructuras antiguas aún continúan sirviendo a los propósitos para los que fueron creadas. Por ejemplo, la cuadra de casas en la siguiente foto aún alberga a los habitantes de menos recursos económicos y la escuela (el edificio más oscuro al fondo hacia la izquierda, antes de la torre de la Iglesia) aún sirve como escuela para los niños de la ciudad.


En sí es un lugar muy pintoresco. En el terreno demolido que se aprecia en la foto estaba la casa de veraneo de William Shakespeare. Sin embargo, un general la adquirió y la demolió porque no aguantaba a todos los turistas que le tomaban fotos. El terreno sigue ahí, con su historia y los turistas seguimos pasando por allí y tomando fotos.


Y por último, nuestra caminata terminó en la mismísima casa donde vivió Shakespeare. Tan de buenas que cuando llegamos, hubo una pequeña muestra de Romeo y Julieta, interpretado por actores Royal Theater Company. Fue un acto precioso y bastante emotivo (¿cuándo Romeo y Julieta no lo es?) y luego pudimos observar la casa... desde afuera porque la entrada eran como 15 libras.





Luego, decidimos seguir explorando y caminando por la orilla del río.  Fue un paseo bastante hermoso, con un clima muy agradable y como había una feria de comidas ese día, pudimos comer platos deliciosos y compartir con los compañeros. De hecho fue genial porque pudimos pasar el tiempo hablando, relajándonos en el pasto verde y escuchando la música de la banda al aire libre.


El paseo terminó en la tarde, cuando nos devolvimos a Wolverhampton. Llegué cansada, pero muy contenta de este primer paseo por Inglaterra.

Más adelante cuento de la ida a Liverpool y me espera un paseo para Gales. Ya sé... ya sé que en algún punto tengo que empezar a estudiar!

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