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domingo, 3 de febrero de 2013

El lado no tan bonito de Wolverhampton

Iba a escribir sólo un hecho en esta entrada, pero han pasado varias cosas, así que me animo y lo escribo todo junto.

Aquí va la cara no tan bonita de Wolverhampton. Obvio, esto es lo que me ha pasado a mí y a mi alrededor, pero investigando me di cuenta que son hechos relativamente comunes y al parecer la policía intenta combatirlos de muchas formas.

Ya dije que una de las primeras cosas que me llamó la atención de aquí es la cantidad elevada de negros, indios, paquistaníes y árabes (estoy siendo general porque no sé de dónde serán) que hay. Ahora bien, dejando de lado el racismo y la sensiblería racial, estos grupos son conocidos por sus actividades al margen de la ley (como los "sudamericanos" en España, por ejemplo, aunque allá los más marginados eran los "gitanos"). Aún en Colombia, por lo menos en Medellín, sabemos que una banda de negros significa problemas de algún tipo, y repito, no son sólo los negros ni todos los negros son así, son estereotipos que, desafortunadamente cargan ciertos grupos raciales.

Aquí en Inglaterra, propiamente en mi ciudad, este estereotipo lo tienen los negros y los árabes (cuando hablo de árabes me refiero a personas tanto de países como Turquía, Arabia Saudí, Irak, Iran como Indios o Paquistaníes) y se sabe que las tasas de crimen las mantienen delincuentes de estos grupos raciales. Obviamente que también hay delincuentes blancos, y posiblemente la población sea incluso mayor, pero en el ambiente en que vivo he podido observar que los crímenes reportados tienden a provenir de este tipo de personas.

Después de esta introducción que puede ser un poco dura (y no estoy acusándolos a todos, porque sería tonto, sino que estoy señalando un hecho y algo que percibo y vivo) procedo a narrar el primer altercado que tuve aquí.

Un compañero de la maestría que viaja a Barcelona por su segundo semestre me dejó varias cosas (maletas y cajas) para enviárselas luego. También me dejó una bicicleta que amarró al bicicletero del parqueadero de mi edificio que es cerrado y tiene cámaras de vigilancia. Unos cinco o seis días después, cuando llevaba a una amiga al aeropuerto, nos dimos cuenta que la bicicleta no estaba. Fui al puesto de seguridad y me dijeron que iban a ver, pero que contactara a la policía. Llamé a la policía, di la descripción del objeto (jejeje) y ellos vinieron a ver los vídeos de seguridad. En los vídeos aparecen dos negros, uno que sostiene la puerta y otro que va directamente por la bicicleta, cortan el candado y se la llevan (cosa curiosa porque había más bicicletas ahí). La policía me volvió a llamar luego y me explicó que esa bicicleta es muy común y que se han reportado varios robos en esta zona, pero la cámara no pudo captar bien la cara de los ladrones. Ese es un cuento que está pendiente de resolución, aunque dudo mucho que encuentren a ninguno de los dos (ni bicicleta ni ladrones).

El segundo altercado es con mi vecino de arriba. Hace como tres semanas que al parecer compró parlantes y se le da por ponerlos a todo volumen. Un día, pasaban las 12 y esa música sonaba fuertemente (hasta el primer piso) y no me dejaba dormir (y eso que yo puedo dormir con el ruido que sea). El sonido del bajo de la música (que es puro rap pesado) y la música en sí se sentía en mi habitación de una forma horrible. Llamé a seguridad y cuando fueron a revisar, el ocupante no estaba y había dejado el equipo prendido. Lo llamaron y a la media hora llegó y lo apagó. Mirando por la ventana vi que era un muchacho negro. Pasó esa noche y a la noche siguiente el mismo chiste, música duro pasada la medianoche, volví a llamar a seguridad, lo apagó. Este mismo chiste toda la semana, y en las últimas veces ya no apagaba el radio sino que lo bajaba, pero aún así, podía escuchar el bajo en mi habitación.

Ahora bien, imaginen un "bum bum bum" constante, a medianoche, con todo en silencio. Creo que la tortura de la gota de agua no habría sido tan horrible como ese sonido. Seguí llamando a seguridad, pero claro, con el tiempo las cosas se hacen más pesadas y se tardan más tiempo en venir a revisar. He escrito varias cartas a la gerencia, he hablado directamente con el gerente quien me ha dicho que le ha enviado cartas fuertes al muchacho, que inclusive ha hablado con él, pero el comportamiento sigue.

Menos mal se me ha ocurrido hacer vídeos de la música y cómo se siente en mi habitación, tanto de día como de noche, porque a veces los de seguridad dicen que no hay ruido, porque no pueden escuchar el bum bum bum. El caso es que este fin de semana tuve que llamar tres veces a seguridad, escribir otra vez al gerente y escribí a la policía local pidiendo consejo sobre lo que debería hacer en este caso y sobre cuáles eran las políticas en este país. Un policía me escribió diciendo lo que debía hacer, a dónde debía llamar y que se pasaría este miércoles por aquí para hablar con el gerente y ver cómo me podían ayudar. El gerente incluso me ofreció otra habitación en otro bloque, y aunque estuve tentada tomar esa opción, la sola actualización de datos en medio de todo el estrés que tengo con la escritura de mi tesis es suficiente para volverme loca. Además, que por más fácil que sea, ninguno de los dos tiene que moverse, sino que él tiene que aprender a respetar.

Lo que verdaderamente me llama la atención, es por qué este muchacho, con tantas notificaciones y con tantos regaños, sigue poniendo la música con los parlantes en la noche. Así sea con volumen bajo, se puede escuchar aquí y por lo menos, si a mi me llegara una notificación, lo mínimo que haría sería escuchar mi música con audífonos en la noche. El caso es que le ofrecí al gerente sentarnos los tres para hablar y de pronto así aclarar las cosas, tratar de llevarlo todo por el camino del diálogo y hacer concesiones. Sin embargo, el gerente me dijo que no podía dejarle saber que era yo quien estaba poniendo las quejas y llamando a seguridad, porque no sabía cómo iba a reaccionar el muchacho y que no podía poner en riesgo mi seguridad. Más o menos me dejó entrever que "esa gente puede ser violenta" confirmando lo que yo sospechaba, el estereotipo está bien marcado.

Ahora bien, yo tengo amigos negros que no se comportan así, que son respetuosos y cumplen con las reglas y no transgreden el espacio de los demás. De hecho, mi vecina que es nigeriana y su novio (nigeriano también) eran mi ejemplo perfecto... hasta hoy.

Hoy estaba trabajando en mi tesis cuando sentí unos golpes y unos gritos, no les di importancia hasta que los gritos subieron de intensidad y cuando iba a ver por el ojito de mi puerta, sentí un golpe y vi al novio de mi vecina golpeándola y ella a él y al señor de seguridad tratando de separarlos. En algún momento todos corrieron hacia la habitación de ella y allí siguieron los gritos y los golpes. Yo estaba asustada porque nunca en la vida había tenido que presenciar eso, y hablando con un amigo por chat le preguntaba qué debía (o no) hacer. Después de un rato, seguridad se llevó al novio y ella se encerró en su cuarto. Al rato me llama y me pregunta si podía entrar a mi cuarto, le dije que viniera y empezó a llorar y a contarme que el llegó y le empezó a pegar diciéndole que le estaba siendo infiel (y otras cosas que no entendí porque estaba llorando bastante) luego llegó la policía, ella se fue a su cuarto y empezaron a hablar. Yo tenía que salir así que no supe qué más pasó.

Aunque muchos digan lo contrario, yo no soy racista, a todas las personas las trato por igual sea cual sea su edad, raza o sexo. Sin embargo, he podido notar que hay ciertos grupos raciales que tienden a seguir unos patrones bastante marcados de violencia y transgresión de la propiedad privada. No me malinterpreten, en mi propio país los hay y hasta peores, sería una bobada mayúscula querer pretender que de donde vengo todo es perfecto porque no lo es. Pero incluso allá, ese mismo patrón de violencia lo veía más marcado en personas de raza negra. Y es sorprendente ver que aquí es lo mismo, es como una cierta violencia latente que estalla por cualquier cosa (o está estereotipada así).

En fin, que esa ha sido la cara no tan agradable de mi estancia aquí. La que más me estresa es la de mi vecino quien sigue sin comprender que puedo escuchar su música aquí, y es desgastante estar llamando a seguirdad (aunque el gerente me dice que lo siga haciendo, que ellos necesitan ese registro). Por ahí compré tapones de oídos para ver si dejo de escuchar (aunque me marean), pero mi pelea es que no yo no debería usar tapones de oídos ni cambiarme de cuarto sólo porque un desadaptado no entiende que hay ciertas reglas de convivencia básica, ya ni vayamos con ciertas leyes de física como que el sonido se propaga entre paredes delgadas, en especial a medianoche... ahí lo siento con su rap otra vez.... y luego la gente se pregunta por qué hay rechazo hacia ciertas personas... no es su color.. es su forma de ser...

1 comentario:

  1. Ay Kate, te leo y pienso en los muchos chilenos que deben soportar cosas parecidas a las que narras con algunos colombianos de mal vivir que han llegado aquí.
    Hago mención que no soy racista ni nada por el estilo, es mas a veces le digo a mi marido que me hubiera encantado ser de raza negra, pero no se que pasa con ellos que tienen cierto estilo de vida que no me cuadra muchoooo (no todos obviamente).
    Aunque también hay tanto chileno que se comporta igual o peor... y eso sin contar con algunos que son de las FF.AA y creen que por ello tienen licencia para todo y más...
    Bueno, siento mucho que tengas que vivir eso, la verdad que cuando uno no está acostumbrado a ello cuesta y muchooo, dímelo a mí que lloraba a moco tendido de la impresión al escuchar como unos vecinos que tuve se "agarraban" horrible, realmente me impactaba y pensaba lo peor y más aun que al llamar a la policía nada sucedía y luego lo veía a la parejita como si nada hubiese pasado :S
    Abrazos

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