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viernes, 1 de abril de 2011

Cuando uno duda de uno mismo... ¡por culpa de otro!

¿Nunca les ha pasado que a veces, dudan de ustedes mismos, de sus capacidades, de su profesionalismo cuando cometen un error en un momento crítico? Da mucha rabia, ¿cierto?

¿Cómo se sentirían si no cometieran dicho error sino que por culpa de la metida de pata de otra persona, ustedes quedaron mal y pensando que fue su culpa?... los niveles se incrementan.

Bueno, esa es mi historia de hoy. Ya no tengo rabia, pero esta mañana estaba que explotaba.

Generalmente antes de una reunión, alguna de las partes me contextualiza sobre lo que vamos a tratar. A veces no lo hacen, pero en esas ocasiones tengo a las personas frente con frente y/o son reuniones "casuales". Cuando son cosas delicadas e importantes, pido que me informen antes para poder empaparme un poco en el tema y mirar un poco la terminología que utilizaré. Nada raro hasta ahora.

Hace un mes estoy asistiendo a las reuniones de un proyecto que el cliente está manejando con varios proveedores. Por la misma naturaleza del proyecto y sus participantes, aquí se manejan asuntos de confidencialidad, secreto profesional y otras paranoias empresariales que por lo visto nunca entenderé. El caso es que son reuniones delicadas y ya hemos tenido incidentes de seguridad debido a eso.

El caso es que hace un mes que cada proveedor viene presentando su producto y su metodología de trabajo, estas sesiones están organizadas y definidas hace tiempo. Hay un documento maestro que el cliente ha proporcionado para retroalimentación y cada proveedor va haciendo comentarios acorde va surgiendo la necesidad de comentar.

Hace una semana le tocaba a los del equipo de mi empresa hacer dicha presentación, pero argumentaron que habían preparado otra cosa (la invitación de la reunión tenía definido otro asunto) y la reunión se postergó.

Haciendo cuentas fueron ocho días para preparar la presentación del producto y corregir las dudas finales.

El equipo de mi empresa está en la India, y desde allá hicieron la presentación. Yo estaba en Medellín, en mi oficina, y el cliente en su oficina, así que nos comunicabamos vía teleconferencia.

Empezamos la reunión y me pidieron ir "traduciendo" al final de cada diapositiva (un pequeño resumen en español porque "esos indios hablan muy raro" atte: persona que ha viajado mucho más que yo y sabe más inglés que yo ¬¬). En fin, estaba en mi cuento cuando hicieron una pregunta sobre algo específico del producto.

Ahora bien, el nivel de detalle era extremadamente técnico, "granular" como ellos le dicen. En el equipo hay personas que hablan inglés, y otras que hablan español. Yo esperé a que alguno de los del equipo que habla español y que sabe la respuesta contestara. Luego me dijeron por el comunicador interno que tradujera la pregunta (ahh facilistas). Traduje la pregunta y recibí una respuesta, traduje la respuesta y todo iba bien cuando interrumpieron la línea: "Kate, espera, hay un error en la traducción, nuestro dispositivo si soporta bla bla bla"...

En el comunicador les dije que cuidado, que eso no lo había dicho el expositor (el expositor estaba en otra ciudad de India, diferente a la del equipo). Pero me dijeron que al lado de ellos estaba quien lo había construido y que sí lo hacía. Boca cerrada. 1-0.

Continuamos con la reunión y luego preguntaron algo de una demostración que querían. Me preguntaron a MI si era posible programar una exposición. Movida lógica: traduzco al expositor para conocer su opinión. Interrupción en la línea: "no, espera, tenemos que pedir los permisos específicos por el tema de confidencialidad". Boca cerrada. 2-0.

Al finalizar la reunión, me preguntan a mí por otros temas. Otra vez, paso lógico, traducir al expositor. El expositor no sabe. Línea muda. Llega uno de mis supervisores (sí, tengo varios... es todo un rollo) y le digo que por favor me ayude, que me dejaron con la responsabilidad de definir cosas de la reunión que no me competen. Se hace cargo de la reunión, organiza las fechas y cierra el asunto. 3-0

Luego de terminar la reunión le dije que ya que yo soy la traductora, por ende la que va a hablar en nombre de la empresa, por favor me tuvieran en cuenta para compartirme el material que LA empresa va a presentar. También le dije que el intérprete es un medio de comunicación, no EL comunicador oficial, si ellos hablan español y saben la respuesta (y las palabras favoritas son "optmizar" y "rendimiento") entonces por el bien del desarrollo de la reunión, no esperaran a que yo tradujera y volviera, sino que se apropiaran. Después de todo es su producto el que tienen que vender. También le dije que yo soy la traductora, no la segunda ingeniera, por favor no me dejen a mí la responsabilidad de liderar una reunión de la que no tengo ni idea qué están hablando (en el sentido que el producto tiene unas características muy específicas que sólo ellos mismos conocen).

Mi supervisor estuvo de acuerdo en que me habían delegado una responsabilidad que a mi no me pertenecía. Que él quería que otro ingeniero liderara dicha reunión, pero que como siempre me ven que soy la que hablo, se relajan y de cierta forma me dejan a mi capitaneando lo que ellos deberían manejar. 3-3

Cuando salí de la reunión me sentí incompetente y dudé de mis capacidades porque en mi mente sólo estaba la frase: "hubo un error de traducción" (no, no me las tiro de que nunca cometo errores, pero yo sabía que en esa frase no pudo haber error, yo copié lo que el expositor me dijo y eso fue lo que traduje)y no lograba quedarme quieta con eso.

Inmediatamente hablé con mi compañero que está en India pidiéndole que la próxima vez me enviara el material y que no me dejara la responsabilidad a mí de lo que a él, como experto del tema, le compete. Me responde con la siguiente joya: "Que pena contigo, es que yo apenas estoy aprendiendo sobre ese aparato"... yo le dije que igual, aunque apenas estuviera aprendiendo, tenía muchísimo más conocimiento que yo y que perfectamente podía hacerse cargo de las preguntas que hiciera el cliente, cuando me sale con la segunda joya: "más o menos, es que cuando te corregí, metí la pata porque no había entendido lo que me estaban explicando aquí (la persona de India allá) y por eso mejor me quedé callado el resto de la reunión"

Sobra decir que estaba que explotaba esta mañana. Porque hablan demasiado del orden, de la prevención, de tener las cosas a tiempo, de la "optimización y el rendimiento", pero en algo tan sencillo como coordinar una simple presentación (avisada hace un mes, por demás), fallan por punta y punta. Encima me hacen quedar mal y todo porque otra persona no entendió lo que le correspondía.

Esto vuelve y me trae a la cabeza la eterna discusión sobre si los traductores deberían ser especializados en un tema (un ingeniero traductor, por ejemplo). Sin embargo, yo me siento capacitada. El problema es que en situaciones de conocimiento tan específico (donde dicho sea de paso, me estaban haciendo responsable de un producto que no era mío) ya necesito ayuda de alguien con un mayor conocimiento. O por lo menos la documentación previamente para saber de qué estamos hablando.

Como dije, la rabia la tuve esta mañana, ahora estoy tranquila. Sé que hice bien lo que tenía que hacer (efectivamente, había traducido bien) y logré sortear relativamente bien una reunión particularmente difícil. Sin embargo, este tipo de situaciones parece que serán pan de cada día durante un buen tiempo, y me pregunto hasta cuándo durará mi paciencia.

1 comentario:

  1. Amiguita con calma, ya se lo desesperante que puede ser,pero en esos momentos lo mejor es la tranquilidad. Abrazos.

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