El fin de semana pasado, aprovechando que era la primera vez en seis meses que no tenía que madrugar a trabajar, para alemán o para el diplomado, decidí convertirme en doña marmota. Literalmente no hice nada ambos días, recuperando energía y sueño perdido.
También retomé la lista de películas que tenía en espera, y me desatrasé. Una de esas películas pertenecía a mi muy amado cine de Bollywood. La película se llama Bhool Bhulaiyaa, algo así como “el laberinto” y, según entiendo, hace referencia a los complicados laberintos de la mente. Debo decir que es la primera película India que, sin ser específicamente de miedo, me logró asustar en unas partes. Claro que son de esos momentos en donde todo está silencioso y pasa una sombra y justo suben el volumen de la música, pero igual, era de noche y yo estaba sola.
Yo no estoy versada en cinematografía, ni técnicas cinematográficas ni mucho menos estoy cualificada (no sabría cómo) para aportar una crítica de una película con argumentos precisos. Mucho menos la crítica de una película de una cultura muy diferente a ésta en la que vivo. Estuve leyendo en Internet críticas sobre esta película y en general no fue muy aceptada dentro de la ilustre comunidad de críticos indios. Sin embargo a mí me gustó mucho la película porque de cierta forma se sale de los estándares de la historia de la niña pobre y el niño rico que se enamoran y deben luchar por su amor contra todas las dificultades de la sociedad. A pesar de que sí hay una historia de amor (de hecho hay dos) el marco general de la película habla sobre la eterna lucha entre ciencia y religión (aunque no de forma directa, igual la cultura india tiene una base fuertemente espiritual) y cómo la gente etiqueta de “sobrenatural” lo que no entiende. A medida que la película se va desarrollando entra en juego un nuevo factor: la alienación mental y la forma de tratarla.
El argumento de esta película es bastante entretenido. El director logra mezclar el thriller psicológico, las creencias en lo sobrenatural y la comedia en un mismo ambiente. El resultado es una historia divertida, de suspenso y con un desenlace inesperado.
A grandes rasgos, la película cuenta la historia de un rey que se enamora de una bailarina bengalí llamada Manjulika, ésta a su vez se enamora del cantante/bailarín de la corte (no recuerdo el nombre). El rey se da cuenta de esto y en uno de los bailes que ellos presentaron en la corte, al finalizar, el rey decapita al bailarín en frente de todo el mundo, Manjulika incluída. Luego la encierra y empieza a hacer los preparativos para su boda con ella. Cuando la van a buscar, la encuentran colgando de una viga del techo con una nota que decía que no iba a dejar vivir a ningún rey en ese palacio. El rey muere al poco tiempo y como se estaban presentando sucesos tan extraños llevaron a dos poderosos sacerdotes para que sellaran la habitación y contuvieran el espíritu de Manjulika.
Mucho tiempo después, vuelve uno de los príncipes descendientes a quien, por derecho de sucesión, le pertenecía ese castillo. El y su esposa se instalan allí y ella pronto se fascina con la historia de Manjulika y el bailarín. Le pide permiso a su esposo para abrir la habitación (a pesar que el tío de ellos le había dicho que no lo hiciera) y pronto empiezan a suceder cosas extrañas en la casa, y muchas de las mujeres de la familia (ella incluida) empiezan a tener extraños accidentes. El señor de la casa llama entonces a un amigo psiquiatra que poco a poco va investigando y se da cuenta que no hay ningún fantasma en la casa, sino que la esposa del muchacho sufre de trastorno de identidad disociativo (personalidad múltiple o dividida) y en las noches ella se convierte en la bailarina Bengalí que atormenta el palacio. Esto se debe a que cuando pequeña, ella misma sufrió una separación forzosa que posteriormente ocasionó la muerte de alguien que ella quería mucho: su abuela. Cuando ella escuchó la historia del palacio, la asoció a su propia historia, así que en las noches su personalidad cambiaba.
La historia, como toda película hindi que me he visto (excepto quizás, una o dos) termina bien. La muchacha se cura y todos quedan felices. Sin embargo, a pesar de ese cliché, considero que es una historia entretenida y que aporta una visión diferente del mismo cine indio.
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